Cada día más, los seres humanos tomamos conciencia que “somos lo que comemos” y que una buena salud depende de una buena alimentación. Por ellos es importante revisar algunos de los nutrientes más importantes. Uno de ellos, que en los últimos años ha adquirido un papel importante, es la fibra; y otro el agua, que actúa como sustancia complementaria de la dieta saludable.
A continuación, resaltaré algunos de los papeles más importantes del agua y la fibra en la nutrición:
AGUA
Dos terceras partes del cuerpo humano se componen de agua. Tomar una cantidad adecuada de agua todos los días garantiza que nuestro organismo disponga de toda la que necesita para cumplir las funciones y gozar de buena salud.
El organismo recibe agua de tres fuentes: La primera, los líquidos ingeridos (agua, bebidas, sopas, etc.); la segunda, el agua contenida en los alimentos sólidos; y por último, el agua producida durante el metabolismo de las sustancias nutritivas.
Las principales funciones del agua son:
El agua se elimina en forma constante a través del aparato digestivo, riñones, pulmones y la piel como vías habituales, lo que hace necesario ingerirla varias veces al día.
La cantidad específica de agua que necesitamos varía considerablemente según factores como: la edad, la temperatura, las enfermedades y los traumatismos, así como condiciones fisiológicas naturales como el embarazo y la lactancia. Sin embargo, se recomienda el consumo de 1.5 a 2 litros de agua diarios a fin de asegurar la cantidad necesaria para realizar las funciones antes descritas.
Consejos Útiles:
Aunque se recomienda el consumo de agua pura, existen otras bebidas que pueden reemplazar los líquidos necesarios para el organismo tales como: limonada natural, agua con gas, aguas saborizadas, aromáticas, consomés, té, café o sodas.
Recuerde que el agua también se puede encontrar en otras presentaciones tales como: sopas, leche, lácteos fermentados (kumis, yogurt) o jugos de fruta.
FIBRA
La fibra es la sustancia no digerible que se encuentra en alimentos de origen vegetal y que pasa casi intacta a través del aparato digestivo, dándole cuerpo al bolo alimenticio y finalmente al material de desecho. Por eso es esencial para el correcto funcionamiento del aparato digestivo. A pesar de que la mayor parte de la fibra no se digiere, tiene varias ventajas para la salud.
Se clasifica, en soluble e insoluble dependiendo de su composición.
Fibra Insoluble
La principal acción de la fibra insoluble en el organismo es el aumento de la masa fecal y la disminución del tiempo de transito por el intestino. Como consecuencia, esta clase de fibra es de gran ayuda en la prevención del estreñimiento y de las hemorroides. Este tipo de fibra es característico de: el salvado de trigo, la linaza, centeno, los cereales integrales para desayuno, las Pastas Doria Multicereal y las verduras.
Fibra Soluble
La principal función de la fibra soluble es retrasar la absorción de azúcar a nivel intestinal, ayuda a disminuir los niveles de colesterol por medio de la encapsulación de los excesos de este y produce sensación de plenitud porque tiene la capacidad de brindar saciedad. Los alimentos fuente de fibra soluble son: frutas enteras, verduras, leguminosas, avena en hojuelas, cebada y Pastas Doria Multicereal.
Se recomienda un consumo de fibra, tanto soluble como insoluble, de entre 20 y 25 gramos diarios.
Consejos Útiles:
Ilmaye Sanabria Amaya
Nutricionista – Dietista
Pontificia Universidad Javeriana